No hay forma de escapar
No
hay forma de escapar.
Dos
pasos, son dos tras de mí,
tres
se convierten en seis,
cuatro
en veinticuatro,
cinco
en ciento veinte
y
así
hasta
ocupar todos los lugares de los multiversos.
Solo
para hallarme en en un pequeño rincón bajo la mesa.
Unas
dulces manos atraviesan mi pecho,
buscando
algo a lo que le queda poca vida.
Pasas
tu lengua carrasposa por mi corazón
y
siento tus colmillos hundiéndose en mi carne.
Me
tranquilizo, cierro mis ojos
y,
como cada vez, espero que al final
todo
salga bien.
no
puedo decir que no lo he aprendido.
no
hay forma de escapar, no la hay.
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