Alundra (noche)
A
veces no quiero mirarte a los ojos,
me
entristece la forma en la que te sospecho,
me
avergüenza presentirte pura.
Siento
pena cuando te intuyo:
ausente
de fallas, libre de culpas;
mártir
de una causa imposible.
Es
insoportable que mi mente te
condene
a
sonreír en línea recta.
Ser
el tonto que presume tu anaquel
durante
una noche de copas.
El
canalla que escondido tras las
cortinas
construye
una efigie en una moneda
para
cambiarla por tranquilidad en su mente.
No,
no
busco que seas perfecta a la manera de mis miedos.
Te
quiero luminosa;
a
veces blanca, otras oscura,
pero
mejor entre las dos,
jugando
y sonriendo con las tonalidades de tu arcoíris.
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