Obsidiana
No busco la
oscuridad,
solo cierro los ojos
y atravieso la
frontera,
lejos de la luz,
del sonido
y de los murmullos
de la mente.
Una caída lenta en
la densidad de la noche;
ser devorado,
fragmentado,
asimilado.
Llegar al punto de
encuentro,
al cero en donde
todo se detiene,
a ese lugar
escondido
donde las palabras
ya no nombran nada.
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