ELLA
A veces en
secreto me pregunto,
los rayos de la
luna tras mi cama,
el porqué de mi
mirada y mis deseos.
La sangre que va y viene entre mi pecho.
¿Cuál será el
rigor que mide los amores?
Será acaso la
felicidad de los cuerpos luminosos que coinciden,
la mirada cómplice
de una tibia supernova,
o las manos entrelazadas
ante el cataclismo.
Y pienso en lo
que dices de las aves migratorias,
del inmenso mundo
que recorren,
siendo tan
frágiles y dulces;
tan inocentes del
camino recorrido.
De lo que fuimos una
tarde de un color que ya conoces,
el destino de una estrella que se marcha.
Nuestro rostro
reflejado en los espejos
y los ojos que
han jugado a no encontrarse.
Las formas navegando entre los tiempos,
intentando encontrar
en cada puerto,
la sonrisa que
sepulta las angustias
del viajero que ha decidido perderse.
Y te encuentro,
y te siento;
entre los intervalos
de tiempo acordados,
y sonrío,
mientras los nimbos danzan,
la melodía
púrpura de un sol que se extingue.
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