Ahora que te has ido  puedo amasar mi tristeza, 
darle redonda  forma de buñuelo 
y lanzarla por un resbalador 
Y esperar que  dé la vuelta al mundo y vuelva de nuevo a su sitio. 
Puedo juntar mis temblores con un tenedor 
y batir dos claras de huevo 
para darte una torta cuando te vea. 
Apagar a mordiscos un desayuno continental doble, 
picar lo que queda de un banano, 
mezclarlo en una taza con un poco de leche y hojuelas. 
Y lanzarme al fondo del pocillo  
y ser un poco él y lo que tiene. 

No hay comentarios:
Publicar un comentario