domingo, 15 de abril de 2012

Lillium.


En tiempos de profunda obscuridad es cuando aquellas

estrellas que han guardado su resplandor suelen salir.

No están convencidas del brillo que emanan,

ni conocen los universos que colisionan a sus espaldas,

pero perciben aleteos de mariposas atigradas

y cierran sus ojos

para no ver como se apaga una luciérnaga.

Algunas veces sonríen,

otras se sienten confundidas.

Pero siempre están allí

en el momento preciso

ofrendando su luz.

Seguras y altivas;

aprenden a jugar con la noche.

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