lunes, 21 de febrero de 2011

Ichirin no Hana


Muchas veces me pregunto en qué se enreda,

esa brisa hecha niña en la mañana.

Habrá un hombre desvaneciéndose en las nubes

que añoran sus días sin tormentas con nostalgia.

O pensará en los meandros de algún río

que sonríe con su padre una mañana,

de inquietas y atigradas mariposas.


Sólo llega y sentada mira el techo;

estadía ineficaz y necesaria,

no sonríe (o aún no la he visto)

Y aunque afuera el sol entibie con sus rayos,

Creo que espera a que escampe.

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