Amor
Aún me enamora la sombra
de los días deshojados,
aún me enamora la fuerza
de los rezos seculares.
No en vano he reído la oscura
visita de los días, que uno a uno
alejan, que uno a uno hastían.
Manteniendo en pie las utopías,
legados de un ancestro pobre,
miserable y de sonrisa amplia.
Aún me enamora la sombra
de sus días deshojados,
aún me enamora la fuerza
de sus rezos seculares.
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