domingo, 29 de agosto de 2010

Día sin nubes



Recostado en tu cama, a media luz,
recordé el azul del cielo en la mañana,
de un día de trabajo del ozono.
esperando que te muevas, que estés viva;
y me digas, sin mirar, que estás cansada;
que me vaya. Disfruto de tu techo, de tu ausencia,

de tu cuerpo en calma; de tu día sin nubes.

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