
Recluido en la ceguera de la noche,
olvidará el vano proceder de sus palabras,
el abismo de sus dudas.
Manchará de nuevo las ventanas,
pondrá un par de clavos en la vigas
y reirá de sí mismo y de su ausencia,
una vez más, una vez más.
"Si bien no podemos se bendecidos con todo el encanto que deseamos, podemos alimentarnos de la brisa fresca y clara y beber los hermosos rayos, frutos coloridos de sol de la mañana" Miyazawa Kenji
Ahí van poetas que sin pala ni farol renuncian a la furtividad de la noche para atravesar las majestuosas montañas y buscar tonalida...